¿Qué hay de Educación Social Escolar en España?

¿En qué comunidades hay presencia formal y regulada de profesionales de la Educación Social Escolar? ¿Muchos o pocos? ¿Es oro todo lo que reluce?

Carolina Borges Veloso

2/22/20252 min leer

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Al igual que ha sucedido con la Educación Social en particular, el desarrollo profesionalizador de la Educación Social en la escuela tampoco tiene una evolución lineal e igual en las diferentes geografías. En cada territorio se están desarrollando programas en los que, tanto las actividades como las condiciones son diferentes, y estas determinan, en una o en otra dirección, su perfil profesional y el resultado de su profesionalización.

La incorporación de los profesionales de la Educación Social está condicionada por un conjunto de decisiones ubicadas en el eje político-educativo, con diversos niveles de responsabilidad: estatal, autonómico y escolar. España no cuenta con un plan común y coordinado entre las diferentes administraciones a nivel estatal para incorporar a los profesionales de Educación Social en las escuelas, sino que se realizan acciones aisladas por parte de los diferentes niveles de la administración y el entramado comunitario de cada territorio.

A grosso modo, en un intento de sistematizar el estado de la cuestión, podríamos concluir que la incorporación se ha ido realizando, básicamente, de dos formas:

– por la vía de la regularización. La Administración asume y regula formalmente su entrada a través de normativas regionales.

– por la vía de la realización de proyectos ad hoc entre la escuela y diferentes instituciones o asociaciones (públicas, privadas o del tercer sector).

Los proyectos regulados se van ampliando con una característica que se repite; siempre son iniciativas mediatizadas por las respectivas consejerías de educación. Aunque los servicios sociales puedan participar de la regulación, siempre están por el medio, con un papel decisivo, la administración con competencias en educación.

Pero, si bien se puede observar una evolución positiva en esta modalidad, también es cierto que existen sombras. Por un lado, este crecimiento se da pero, por otro, sucede muy lentamente, ya que los proyectos “regulados” son una minoría. En solo tres casos se podría considerar como plena la institucionalización: Extremadura, Castilla La-Mancha y Andalucía. Otras institucionalizaciones menos estables o profesionalizantes, pero con trazos comunes en su implementación, serían el extinguido ESEC de Canarias, los cancelados Técnicos de Intervención Socioeducativa (TISE) de Baleares y los Técnicos de Integración Social (TIS) de Catalunya.

Por su parte, los proyectos ad hoc se encuentran repartidos por varias comunidades, realizados principalmente por los servicios sociales o administración municipal, que tienen un fuerte carácter localista, porque su gestión y desarrollo varían en función del territorio en el que se encuentren y del nivel de la Administración que las financie, por los diferentes recursos económicos de los que disponen. Todos estos factores tienen una incidencia directa en la estabilidad de los proyectos y de sus profesionales. De este modo, encontramos programas muy volubles, posiblemente debido a una financiación deficiente que dificulta darle continuidad y también a la versatilidad del servicio, que hace que sea posible adaptar recursos y programas a nuevas necesidades.

Bibliografía

Cid, X. M. y Borges, C. (2022). La profesionalización de la educación social en la escuela. Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 41, 127-142. https://doi: 10.7179/PSRI_2022.41.09

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