Acompañantes caninos en la Educación Social Escolar

Algunos programas de Educación Social Escolar han encontrado en los perros un gran compañero de trabajo. Según manifiestan los propios profesionales, este les ayuda en múltiples esferas del trabajo socioeducativo.

Carolina Borges Veloso

3/30/20252 min leer

long-coated brown dog
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La magia de los perros en la educación social escolar

En los últimos años, ha surgido una curiosa tendencia en los centros de Educación Social Escolar en Alemania: la incorporación de perros como acompañantes en el proceso educativo. Esta iniciativa no solo ha capturado la atención de profesionales y padres, sino que también ha demostrado ser una herramienta sorprendentemente efectiva para conectar con el alumnado y promover un ambiente positivo de aprendizaje.

Imagínate entrar a un aula donde un suave y amigable perro te recibe con la cola moviéndose alegremente. Este es el primer paso del mágico proyecto conocido como "acompañantes caninos". Los educadores y educadoras sociales están utilizando la presencia de estos animales para crear lazos más estrechos con los infantes y jóvenes, transformando las dinámicas de clase de maneras que antes parecían impensables.

Los acompañantes caninos se han convertido en aliados esenciales para romper el hielo, especialmente en sesiones individuales o en grupos pequeños de alumnado. Según comentan los profesionales, la mera presencia de un perro puede ayudar a reducir el estrés, permitiendo que los estudiantes se sientan más cómodos y abiertos durante el proceso de aprendizaje. ¿Y qué hay del clásico momento de leer en voz alta? Ahora, muchos niños y niñas disfrutan de contar cuentos a sus nuevos amigos de cuatro patas, lo que no solo mejora sus habilidades lectoras, sino que también refuerza su confianza.

Además, los educadores y educadoras han descubierto que trabajar temas socioeducativos resulta mucho más efectivo con un perro al lado. La empatía, por ejemplo, se vuelve palpable cuando las alumnas y alumnos ven y sienten las necesidades del animal. En un ambiente donde el silencio y la atención son necesarios, los estudiantes se convierten en verdaderos guardianes de su compañero peludo, mostrando un respeto y una consideración que a menudo se extrapolan a sus interacciones humanas.

Los testimonios de los profesionales que implementan estas estrategias son claros: a través de la relación con los perros, el alumnado aprende a superar miedos, respetar normas y expresar sentimientos. La responsabilidad de cuidar y atender a un ser vivo crea una conexión emocional profunda, facilitando un crecimiento personal notable en los infantes y jóvenes.

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